Mama no lo sabe - Madrid, Madrid

Mama no lo sabe

Mama no lo sabe es un popular bar ubicado en la Dirección: Calle de Castelló, 117, Salamanca, 28006 Madrid. Este local, conocido por su ambientación acogedora e ideal para bailar, ofrece una amplia variedad de bebidas alcohólicas, cerveza y cócteles, además de una carta de comida que cautiva a sus clientes. El teléfono para reservar o contactar es 1461887.

Especialidades

• Bar: Mama no lo sabe cumple con las expectativas de un bar moderno e informal, siendo ideal para grupos y reuniones con amigos.
• Aparcamiento adaptado para sillas de ruedas: El local cuenta con facilidades para personas con movilidad reducida, garantizando una experiencia cómoda y accesible.
• Buenos cócteles y bebidas: El bar es conocido por su amplia variedad de bebidas alcohólicas, cerveza, cócteles y licores fuertes, asegurando una velada placentera para todos los gustos.

Otros datos de interés

• Comer allí: Mama no lo sabe es perfecto para disfrutar de una comida en el local, combinando buenos platos con bebidas y música.
• A domicilio y para llevar: El bar también ofrece la opción de ordenar para llevar o a domicilio, facilitando la opción para aquellos que no deseen salir de casa.
• De moda e informal: El ambiente es moderno y casual, ideal para aquellos que buscan una noche de diversión sin restricciones de vestimenta.

Opiniones

Según las valoraciones de Google My Business, Esta empresa tiene 506 valoraciones. La opinión media es de 3.6/5, lo que refleja una experiencia generalmente positiva en el bar. Los clientes destacan el ambiente agradable, la música variada y actual, y el trato amable del encargado Álvaro. Aunque hay opiniones que mencionan que no conocen bien los precios, la mayoría de los clientes aseguran que volverían, especialmente debido al ambiente y la música.

👍 Opiniones de Mama no lo sabe

carla

5/5

Buen lugar para bailar. Excelente equipo. El encargado Álvaro es majo

David N.

5/5

El ambiente es muy bueno y agradable, ponen música variada y actual. No puedo opinar mucho porque estuve en una fiesta de aniversario y no sé qué tal los precios. Volveré a término particular a ver qué tal aunque sea por el ambiente.

Laura

1/5

Son unos impresentables. No dejaron pasar a mi amiga por llevar unos tenis, al decirle que otros del grupo habían pasado con tenis el portero respondió “bueno pues por el pantalón” (un pantalón de lino) al tratar de entender el por qué, una de las chicas que trabajaban ahí nos hicieron un comentario del estilo “id a Chueca que os pega más”. En fin, sitio al que NO ir.

Álvaro M.

5/5

Una sala pequeña con entrada gratuita y un precio razonable para la ubicación en la que se encuentra, se suele llenar bastante por lo que es recomendable entrar con tiempo. La música es variada, el ambiente es bueno y elegante , y la edad es variada pero habiendo bastante gente entre los 20-30 años.

Álvaro C. P.

5/5

De los bares de copas más divertidos de Madrid. Ambiente muy bueno, música muy buena: combinan clásicos de pop-rock español con música más bailable conforme avanza la noche.
Todo el equipo que trabaja allí, desde el portero, Johny, hasta el gerente, Álvaro, pasando por los camareros, son un 10.
Los precios son justos, los mejores de la zona con 10€ por copa.

Carlos O.

1/5

La noche que estuvimos celebrando un cumple robaron el móvil a 3 personas. Los porteros son delincuentes. Nada más que decir. No vengáis aquí, mirad otro lugar

Alvaro G. C.

1/5

Lo recomiendo si quieres que te roben! Le di una cartera del suelo a la camarera y seguido volaron 4 móviles de gente quejándose! Lo barato sale… robao!

Emilio E.

2/5

Garito muy pequeño y agobiante. El DJ solo ponía una playlist, con canciones desde los 80 hasta las más actuales, con el objetivo de contentar a todos los públicos de la sala. Edades muy dispares por cierto. Precio de las copas medio (9€), por la zona en la que está situado.
Siendo las 12.15 de la noche, tuvimos que esperar más de media hora de cola para entrar. Quiero entender que es porque la entrada es gratuita. Por otro lado, resaltó la amabilidad de los porteros, que a diferencia de otros lugares, no se agobiaban.